El Gobierno canadiense ocupa desde esta semana el banquillo de los acusados, luego de que se le imputara responsabilidad en las violaciones a los derechos humanos que cometen sus empresas del sector minero en los países de América Latina donde están presentes.
La grave acusación se dio el martes 28 de octubre en una audiencia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Una de las expositoras fue la coordinadora para Latinoamérica de la organización Mining Watch Canada, Jennifer Moore, quien acusó a este país de ser “cómplice por acción y omisión” de las violaciones que comenten sus empresas.
Es por ello que junto a representantes de otros organismos defensores de derechos pidió al gobierno en cuestión realizar un “cambio radical” en su política exterior. Esto debido a que no se trata de casos aislados, sino de toda una avalancha de denuncias, entre los que figuran como afectados, entre otros, población indígena.
El estudio “El impacto de la minería canadiense en América Latina y la responsabilidad de Canadá”, presentado a inicios de año ante la CIDH, recoge este tipo de denuncias en contra de mineras canadienses presentes en nueve países de Latinoamérica.
En dicho material se registra cómo el Gobierno ha apoyado proyectos extractivos incluso después de que sus funcionarios tuvieron conocimiento de los abusos que se estaban cometiendo, los mismos que, precisa el informe, estuvieron ampliamente documentados.
Denuncias de este tipo y gravedad vienen afectando sin duda la imagen que se tiene de la minería canadiense, imagen que se ha creado sobre la base de una serie de mitos que la colocan como ejemplo para otros países.
Si bien las acusaciones se han venido dando en la última década, el Gobierno canadiense no ha logrado hasta ahora formular una respuesta adecuada a las recomendaciones hechas por diferentes organismos. Así lo sostiene el informe de la Red Canadiense sobre la Rendición de Cuentas que se presentó en la audiencia del martes.
La presencia del Gobierno durante la audiencia se dio en la persona de Dana Cryderman, representante alterna de Canadá ante la Organización de Estados Americanos (OEA).