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Acceso a la tierra

Adevrtencia de la ONU : Derecho de los campesinos en Argentina

Advertencia de la ONU - En un informe anual, un comité de las Naciones Unidas advirtió al Estado argentino por los desmontes, agrotóxicos, soja transgénica, minería a cielo abierto y violencia contra los indígenas.

Desmontes, agrotóxicos, soja transgénica y minería a cielo abierto. Desalojos, violencia y vulneración de derechos indígenas. Son parte de las críticas que el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC) de Naciones Unidas (ONU) realizó al Estado argentino en su último informe, donde además hizo especial hincapié en el incumplimiento de la legislación que protege a los pueblos originarios y sus territorios. “El Comité está preocupado sobre las persistentes amenazas, los desplazamientos y los desalojos violentos de pueblos indígenas de sus tierras tradicionales en numerosas provincias”, denuncia el Comité de la ONU.

“El aumento de los desmontes ha forzado a los pueblos indígenas a dejar sus territorios (...). El comité está preocupado sobre casos en los cuales el creciente empleo de pesticidas químicos y siembra de soja transgénica en regiones habitadas o utilizadas por comunidades indígenas han afectado negativamente a estas comunidades”, sostiene el informe y explicita que el modelo agropecuario atenta contra la agricultura indígena. “Es un importante obstáculo para el acceso a una alimentación segura, adecuada y accesible.”

Venezuela: por defender el territorio está preso Sabino Romero

Por: Sociedad Homo et Natura, 14/09/10

Todos los pueblos originarios tienen sus propios sistemas de justicias, sus códigos éticos y morales soportados en sus particulares cosmovisiones y sistemas de valores que les han servidos desde tiempos inmemorables para resolver sus conflictos y problemas socios cultuales.

Deslastrándose de alguna manera entre pugnas de intereses los Estados Nacionales de sus orígenes vinculados con la ruptura cultural/espacial territoriales propias de naciones históricas, o de su pasado colonial viene aceptando y reconociendo en sus constituciones y leyes los derechos consuetudinarios de estos pueblos y naciones que viven dentro de los territorios nacionales; fue el 13 de septiembre del año 2007 cuando se aprobó la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, luego de más de dos décadas de discusión entre los representantes de los Gobiernos de los Estados Nacionales.

Desde la creación de los Estados Nacionales los pueblos originarios del mundo han tenido que pasar por la tormentosa situación de esperar que sus existencias sean reconocidas con sus modos y maneras de vida, costumbres y leyes particulares, así como sus territorios y linderos. Es hoy la clase o sector de clase con el poder que le otorga el Estado Nacional quien le impone tutoría, sumisión y obediencia para respetar sus existencias.

Perú: masacre de las comunidades nativas de la Selva y nacimiento de un nuevo actor político, AIDESEP

El sábado 5 de junio, día mundial del medio ambiente, el gobierno peruano lanzó un ataque armado de una extrema violencia contra los pueblos indígenas de la Amazonia peruana, para desalojarlos de la carretera Fernando Belaunde Terry en la provincia de Bagua, departamento de Amazonas, donde se habían instalado en signo de protesta frente a la negativa del gobierno de dialogar sobre sus demandas en relación a la anulación de 11 decretos legislativos que atentan contra sus derechos y el medio ambiente.

El resultado fue: 23 policías fallecidos, un desaparecido, y un número importante de personas de las comunidades indígenas, cuya cifra exacta es sujeto de controversia, pues si bien el gobierno reconoce 9 personas fallecidas, una investigación de la asociación de derechos humanos APRODEH habla de 60 desaparecidos. Los testigos de esta tragedia hablan de numerosos cadáveres incinerados y arrojados a los ríos desde helicópteros, así como de fosas comunas. 300 miembros de las comunidades indígenas no habían regresado a sus pueblos después de los hechos del 5 de junio, ¿donde estarán? Toda clase de hipótesis circulan. El Relator de la ONU que se desplazó a Bagua ha recogido estos testimonios.

Las causas del conflicto

Los pueblos indígenas de la selva del Perú forman parte de las poblaciones más pobres del país. Más del 59% viven en condiciones de extrema pobreza, y en las comunidades Awajun y Wampis de la provincia de Condorcanqui, las que sufrieron la masacre de la Curva del diablo, el 72% de los niños sufren de desnutrición.

Brasil: el combate de las “rompedoras” de coco babasú

 

Al norte y nordeste de Brasil, cerca de 350 mil mujeres obtienen sus medios de subsistencia del coco babasú. Cuando se prohibió el acceso a los palmerales, algunas de estas mujeres crearon un movimiento nacional, el Movimiento Interestadual de Rompedoras del Coco Babasú (MIQCB, por sus siglas en portugués). Juntas, le hacen frente a los terratenientes, exigen el acceso libre a las palmas babasú y procuran impedir la destrucción de éstas por las compañías agroindustriales, mineras y carboneras.

La nuez de coco babasú

Numerosas familias de las zonas rurales del norte y nordeste de Brasil practican «el agro-extractivismo», una combinación entre la agricultura de subsistencia y la colecta de coco babasú, fruto de una palma que crece en los bordes de la amazonia. El coco babasú abastece un número impresionante de productos alimentarios y de uso doméstico: su almendra es utilizada para extraer aceite, que sirve para cocinar y fabricar jabón, champú, detergente y productos cosméticos; su pulpa es transformada en harina (utilizada en la alimentación, posee propiedades antiinflamatorias y analgésicas); la cáscara de babasú produce carbón; en fin, las hojas de la palma son utilizadas en la construcción (techos) y para la producción artesanal (bolsas, cestos, sombreros, etc.). Tradicionalmente, los hombres se dedican a la agricultura y las mujeres se encargan de recoger, romper y comercializar las nueces, de ahí su denominación de «rompedoras». Así, el babasú es también una indispensable fuente de ingresos para las familias.

Los orígenes del movimiento

En la década de los años setenta y ochenta, las regiones de Maranhão, Pará, Tocantins y Piauí conocieron importantes conflictos agrarios que resultaron en la expulsión de numerosas familias y la prohibición de acceso a los palmerales, que fueron hechos propiedad privada.