Ecuador, 08 abril 2013. En Febrero del 2010, el entonces titular de PETROAMAZONAS, hoy encargado del Ministerio de Recursos Naturales No Renovables, Ec. Wilson Pástor, dijo ante los medios de comunicación que no había evidencia contundente de la presencia de pueblos aislados y que más bien podrían ser “hechos prefabricados”[1], con lo cual condicionó la política dirigida a los pueblos en aislamiento voluntario a través de su omisión.
Muestra de lo anterior es la presión ejercida por la existencia de bloques petroleros en los sitios donde se ubican los pueblos Tagaeri-Taromenane y el inicio o expansión de actividades exploratorias y/o de explotación. Por el lado occidental, con la extensión de la operación del bloque 17 cuyos límites fueron alterados en noviembre del año 2011, las operaciones del 16 y las nuevas instalaciones petroleras en el 31, actualmente al norte de la zona intangible, que son parte central del territorio ancestral. Y por el lado oriental, las operaciones petroleras en el Perú.
El bloque 16, operado por Repsol (España) - Nomeco (China), es el lugar donde empezó el conflicto que derivó primero en el ataque por parte de indígenas en aislamiento voluntario a dos ancianos Waorani, y después el lugar desde donde salieron tres expediciones en busca de estos pueblos, que terminaron con la muerte de varias personas.
Este territorio en disputa entre Waorani y Pueblos en Aislamiento vive la imposición de las petroleras que han logrado acuerdos con los Waorani, para tener una nueva forma de ocupación del territorio con “sello petrolero”, es decir: mayor concentración poblacional en torno a las carreteras que atraviesan el bloque, alto consumo de alcohol, armas de fuego, y diversas formas de dependencia, incluyendo dinero en efectivo.